5000 Habitantes. Un ayuntamiento de tipo medio; el modelo de la Galicia de los 315. Suena la trompeta de las elecciones. Aquella tierra que había estado callada y sumergida en el anonimato, al margen del compromiso y la vitalidad que exige la sociedad de nuestro tiempo, de pronto se despierta con voraz "apetito solidario", extraordinario vigor y generosidad, y cientos de modelos alternativos de cambio y progreso.
Repito, son cinco mil habitantes. El próximo 22 de mayo al menos siete listas con 20 candidatos en cada papeleta competirán por obtener el respaldo popular al amparo del mensaje del compromiso, del cambio, del avance conjunto, igualitario y sostenible.
Hagamos un pequeño ejercicio de cálculo: siete listas con una veintena de candidatos en cada una de ellas supone 140 personas. Supongamos que cada uno/a de esos candidatos/as formará parte de una familia que -consideremos como media- conforman cinco miembros. Esto nos lleva a 700 personas que directa o indirectamente forman parte del compromiso social electoral. Si a eso le añadimos un 20% de población joven que no puede votar (mil personas más), un 10% que nunca participa del mismo (500 personas) y un 15% de "cabreados" con la situación actual y la falsa democracia que escenificamos cada ano en las citas electorales diversas (son 750 personas más).
Aquel que haya conseguido seguirme hasta aquí podrá comprobar con una simple adicción que estamos ya en 3000 personas. Esto significa que de la cantidad inicial de empadronados en el concello solamente 2000 son realmente electores libres y que deben y pueden debatir ideas y programas en la búsqueda del mejor proyecto. O sea, que menos de un 40% de la población (pues no todos ellos participarán activamente y de forma reflexiva en el proceso) determinarán el futuro... a todas luces,. incluso bajo el prisma exclusivo del razonamiento matemático, una proporción un tanto injusta.
Pero incluso surge otra segunda reflexión: 2000 potenciales votantes y 700 personas directamente relacionadas con el proceso de candidaturas. ¿Alguien pude realmente creer que si un 38% de la población -o sea esos que ahora aparecen como candidatos salvadores y su entorno social o familiar que lo arropa- estuviera seriamente comprometido con la sociedad, con la solidaridad y con el entorno más próximo estaría sucediendo la tragedia humana que cada día certificamos a nuestro alrededor?
Está claro que algo más hay que compromiso, programa, ansias de cambio.... algo más hay que mueve a muchos a figurar ... algo más hay que suena a extraño, a inmoral... algo más hay... pues para ayudar a cambiar la sociedad y a darle la vuelta al país no hacen falta unas elecciones... ¿O sí?... Si fuese así, no lo dudemos aquellos que de verdad no estamos satisfechos con lo que sucede; demostremos con nuestro voto nulo o con nuestro voto en blanco que no nos PUEDEN representar los que han permitido que todo esto suceda...
Demostremos que la solidaridad, la entrega a los demás, el compromiso social se vive al margen de las listas electorales (de las que no nos salen las cuentas... salvo que haya algo más).