APOSTANDO AL EMPATE... EN LAS GASOLINERAS

Desayunarse el periódico (en sentido metafórico) resulta terriblemente desalentador, además de indigesto -ya sin licencia literaria que valga-, y desde luego supone un alegato a favor de la ignorancia en la que nos quieren sumir, una ofensa clara al sentido común y un reconocimiento tácito de nuestra soberana estupidez que nos lleva a aceptar "de facto" lo inhumano, lo indeseable y lo extravagante e irracional como si fuera dogma de fe.
Y si no se creen la declaración explícita que acabo de hacer, que alguien me haga el favor de explicar como pueden ser noticia de portada decisiones tan obvias y elementales como la que hoy nos ocupa (y cito textualmente) publicada en un extraordinario periódico de la Comunidad: "Competencia investiga las subidas de precio "ilógicas" del carburante. La Xunta pidió a la CNC que analice por qué Galicia tiene la gasolina de 95 más cara del país".
Curiosamente hoy, día 3 de mayo, unos "iluminados" concluyen, tras múltiples estudios encargados a diversas empresas (estudios que logicamente fueron financiados por el erario público, esto es, el dinero de todos), que existen llamativas coincidencias en los precios de oferta de combustibles en las gasolineras gallegas. Cualquiera que hubiera cogido el coche en los últimos 30 años, aunque solo fuera conductor ocasional, de fin de semana, se habría dado cuenta que la diferencia entre una gasolinera de Becerreá, una de As Pontes, una de Mondariz, una de Carballo, una de la ciudad olívica, o una de Ferrol sería ínfima, y que posiblemente tuviera que abonar la misma cantidad, curiosamente y exactamente la misma cantidad de dinero, por los mismos litros de combustible. Daba lo mismo la titularidad del negocio; daba lo mismo la compañía suministradora; y hasta daba lo mismo el precio real en origen.
Curiosamente hoy también, tres de mayo, los mismos "iluminados" consideran que el precio en Galicia de los combustibles está más alto que en el resto de la península y que no existe una explicación racional ni razonable que justifique ese alza frente a otros lugares del Estado.
Y curiosamente tambien hoy, tres de mayo, los mismos "iluminados" recuerdan que ya ha mediados del 2009 las grandes distribuidoras (CEPSA, REPSOL, BP) fueron multadas con cifras millonarias  por sus prácticas de obstrucción al libre mercado (multas que se pagan amablemente pues siempre son inferiores a las ganancias que se obtienen por esas prácticas indecorosas y fraudulentas).
Hoy, tres de mayo, algunos "decátanse" (permítanme ser más gallego) que las gasolineras, como los malos equipos cuando el resultado conviene para sus intereses aunque afecte notable y negativamente a terceros, juegan al empate con trampas y mentiras.
Aun así, aquello que todos los conductores venimos comprobando desde hace 30 años, algunos -esos que tienen el poder decisorio y la sartén por el mango- lo acaban de observar, y es de agradecer que, ya que Dios no dió luces a todos (está claro que los hay lentos en el razonamiento, a tenor de la noticia), al menos reparta sentidiño común.
Ojalá algún día sea noticia lo que los ciudadanos opinan, lo que los ciudadanos comprueban todos los días, y lo que los ciudadanos viven y sufren... Y, al paso, ojalá algún día haya de verdad competencia en el precio de los combustibles.
Está claro que hay que darle la vuelta al país.



Comentarios

  1. Si bien es cierto que las prácticas monopolísticas e incluso pseudo-mafiosas suponen una tentación al alcance de las grandes compañías energéticas, telefónicas, de distribución etc., no es menos cierto que en muchas ocasiones muchos cardan la lana y sólo unos pocos llevan la fama.

    Los políticos, en su afán de poder, han llevado adelante durante décadas esa especie de filosofía irresponsable, algo suicida y bastante bobalicona del quedar bien con todo el mundo "disparando con pólvora del rey", es decir, echando mano de los presupuestos públicos.

    El déficit sanitario, que en el ámbito estatal alcanza en la actualidad los 15.000 (quince mil) millones de euros supone una espada de Damócles para un sistema de protección social como el nuestro.

    La solución del político, como no podía ser de otra manera, no consiste en afrontar la realidad y ajustar presupuestos, ya que esto supondría inevitablemente la pérdida de satisfacción por parte de pacientes y allegados y por tanto la pérdida de votos.

    La solución del político, ha sido la instauración del "céntimo sanitario" que supone 2,4 cm por litro en su tramo estatal y otro tanto en su tramo autonómico potestativo de cada Comunidad.

    Galicia se encuentra en el grupo de los elegidos junto con Madrid, Cataluña, Castilla La Mancha y Asturias, pero el club seguirá creciendo.

    Éstas comunidades son las que presentan los precios de venta al público más elevados.

    No entro ni salgo en si esa "solidaridad a la fuerza" es una buena solución o si estamos haciendo algo el primo abriendo la mano en materia de cobertura sanitaria a todo aquel que pasa por aquí; pero en éste asunto de los precios de los combustibles, a la hora de dar explicaciones, nuestros queridos representantes políticos ni están, ni se les espera.

    En ese aspecto también habría que darle la vuelta al país.

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