DE MADRID AL CIELO... PASANDO POR ASTURIAS

Últimamente, la casta de políticos que pueblan nuestro país se empeñan en demostrar que la estupidez y la insensatez, el delirio y la sinrazón, son características identificativas y básicas de alguien que aspire a ser dirigente.
La señora Botella, a la que tanto admiramos por regalarnos a los docentes cada día un motivo distinto que justifica nuestra profesión (la necesidad de enseñar al que no sabe y luchar contra la ignorancia), se permite recortar servicios, sueldos, plantillas y prestaciones pero -paralelamente, en un ejercicio de esquizofrenia sublime- apuesta de nuevo por la defensa de la candidatura de la capital como sede Olímpica en el 2020 (por cierto, la empresa que modela el símbolo de la candidatura y que ya se ha embolsado una generosa "pasta" juega una vez más con el lenguaje y las imágenes hasta la insensatez apostando por introducir un acento gráfico en el topónimo... todo vale, hasta los atentados a la ortografía)...
Y de Madríd (así, con acento -como defienden los atrevidos estilistas- que la RAE ya sobra) al cielo que, lógicamente, estos días está en Ourense. Si,. no se extrañen, en la hermosa ciudad de las Burgas y en su provincia; el cielo tiene que ser eso y Dios es Baltar que hace heredero de su reino a su hijo... Y ante los designios divinos que razón tiene la democracia, los votos, la opinión popular... Donde manda el señor, los súbditos cumplen... Y el que no esté de acuerdo, a los infiernos, por pecador.
De Madrid al cielo, pero permitan que pasemos antes de irnos, por la verde Asturias. Allí es donde los políticos (todos, los de izquierdas y los de derecha, incluido el señor Cascos que no sabemos donde ubicarlo) acaban de protagonizar un ejemplo más de la sinrazón; después de apenas unos meses de gobierno (las elecciones fueron hace unos meses) acaban de convocar de nuevo a los ciudadanos a las urnas, simplemente porque son incapaces de ponerse de acuerdo sobre los presupuestos... Ni crisis, ni ciudadanos, ni sociedad, ni nada; sólo les importa figurar, su interés particular y obtener réditos (esto es, ocupar su "carguito")... aunque sea a costa de volver a sacrificar a todos los electores con nuevas elecciones (naturalmente pagadas y sufragadas con los cuartos de todos)... No tienen remedio, ni disculpa...
Desde luego, no merecemos a estos dirigentes, y estos dirigentes no merecen un pueblo tan paciente y sufrido como del que abusan.

VOLUNTARIOS.... EMBOTELLADOS

Con todo el respeto y el cariño del mundo... Madrid, la capital del Estado; la cuna del orgullo señorial; el cenit de la intelectualidad; el paraíso del movimiento artístico.... Supongo que todo eso fue la ciudad antaño, pero ahora -a tenor de la talla intelectual de su máximo representante y dirigente, la Alcaldesa Botella- más semeja el entorno de la ignorancia, el refugio de la insensatez y el amparo de la estupidez.

En la retahíla constante de "perlas" que aporta a la estupidez nacional la Señora Botella, recientemente ha surgido una que -por el dramatismo del mensaje que encierra- no se pude considerar únicamente como un desatino, pues va más allá y ofende, molesta e incluso denigra a todos aquellos que consideramos que la igualdad social se ha ido consiguiendo a lo largo de los siglos gracias al avance de los servicios públicos y el acceso a los mismo para todos los ciudadanos.

Ya lo saben; la Señora Botella ha propuesto que las Bibliotecas, los centros cívicos, los de la 3ª Edad, los servicios sociales, los de acogida, etc... (todos esos que cuestan dinero y que,. claro, hay que cerrar pues no son rentables económicamente)  deben ser atendidos por voluntarios (HAN LEIDO BIEN... ¡VOLUNTARIOS!), sin remuneración de ningún tipo, para así poder seguir manteniendo su uso y funciones.

No voy a añadir ninguna reflexión a esta peregrina idea; a lo sumo, yo también propongo lo siguiente; propongo que el cargo de Alcaldesa sea ejercido por un voluntario (puede ser yo, si tiene a bien la Señora Botella), propongo que el cargo de Director del Banco de España también sea para un voluntario (puedo seguir siendo yo, si tiene a bien la Señora Alcaldesa, pues mi carácter altruista es muy amplio), y además todos los puestos políticos, los altos cargos empresariales, los puestos de dirección, etc... sean todos voluntarios...

Alguien le tiene que explicar a la señora Botella que el voluntariado es otra cosa (una cosa por cierto muy digna y muy valiosa y con la que no se puede jugar), y también sería conveniente explicarle que los servicios sociales no siempre tienen que ser rentables (por eso se llaman sociales) pues su "rentabilidad" está en el beneficio que se obtiene socialmente de ellos... Pero esto último me parece muy complicado para que lo entienda la Señora Botella (recuerden que le costaba entender que los profesores trabajan dentro y fuera de las aulas, o que los bomberos no sólo apagan fuegos)...

Sin duda, los madrileños -sin importar el signo político- deberían ser algo más exigentes con la talla intelectual de quien los representa... y, en caso de que cueste encontrar doctas mentes, siempre habrá algún "voluntario".

HAN PASADO LAS ELECCIONES... Y NOS SIGUEN ENGAÑANDO

"El tiempo pasa / nos vamos poniendo viejos/...." decía la hermosa canción del trovador cubano... y como en la canción, el tiempo ha pasado y los políticos han hablado durante varios meses apagando los ecos de libertad y esperanza que algunos habíamos resucitado al amparo del desasosiego, de la inquietud y -por encima de todo- del inconformismo.

Pero tantos gritos contra el sistema, tantas ansias de nuevos tiempos y nuevas formas de hacer política, tantas esperanzas en cambiar los sistemas y los valores, tantos esfuerzos por reclamar la importancia de la dignidad y de la libertad para todos los ciudadanos, y nada queda de todo aquello...

Pero yo me niego a aceptar que la lucha contra la crisis y contra la situación actual pasa necesariamente por oprimir, todavía más, a los humildes, a los incautos, a los descastados. Me niego a aceptar que el sistema no es el problema y que basta con reajustar los modelos para recobrar la esperanza. Me niego a contarle a mis hijos que en aquellos momentos de dramatismo acepté, como dogma de fe, las mentiras de unos dirigentes que no tienen la valentía de enfrentarse al verdadero problema.

Han pasado las elecciones y nos siguen engañando, pero ¿donde están ahora todos aquellos que no aceptaban el sistema?, ¿porqué las urnas no se llenaron de votos en blanco, de votos nulos, que mostrasen sin ningún género de dudas que no aceptábamos más mentiras? ¿qué fue de esa inmensa marea de inconformismo que tiñó -por una vez en la historia- de ilusión y de sana esperanza esta piel de toro?... Ahora, más que nunca, creo que todo aquello estaba dirigido, impulsado, animado y alentado (en la sombra, naturalmente), por oscuros intereses que más tenían que ver con la inestabilidad para obtener beneficios económicos y réditos políticos... y que -cuando el movimiento ya no era útil- lo desprestigiaron para desmenuzarlo en inútiles ejercicios de protesta.

Sea como fuere, me niego a rendirme... y estas páginas seguirán llenándose de reflexiones contra la imposición, contra el abuso y contra la injusticia.