El poder supremo de los medios de comunicación y, en especial, de algunos que viven de la rapiña humana y la ignorancia convirtiendo a ambas en el instrumento necesario para alcanzar el Olimpo mediático (pónganle ustedes el nombre que deseen, pero si a alguno no se le ocurre puede sugerirle amablemente varios ejemplos el canal Tele 5) han bombardeado estos días toda nuestra "información" con dos titulares extraordinarios y a cual más gratificante y valioso; Rosa Benito (con o sin el "de" en medio) conquista a la audiencia y vence en el programa Supervivientes y el Presidente Zapatero adelanta las elecciones al 20 de noviembre.
Del primer titular poco que decir; permitan mi ignorancia en un concurso que se puede ver con muy buenos ojos en el mundo civilizado y rico, en ese que nada en la opulencia, en la misma sociedad que desprecia lo más elemental pues sobra de todo y en todo momento. Naturalmente que merece mis elogios sobrevivir tres meses en una isla por tus propios medios, pero que nadie se olvide que en Somalía (que estos días también está de actualidad aunque nadie quiera acordarse de esa gente y de esa tierra) todos los días, millones de personas luchan por sobrevivir sin cámaras, sin "reallitys", sin una organización detrás que a cambio de vender tu imagen cuida que no te resfríes, que no enfermes, que no te deprimas, y que cobres una valiosa suma de dinero diariamente por cada jornada en la que vendes tu "esfuerzo"... E igual que en Somalia, en muchísimos otros lugares del planeta, e incluso en nuestra sociedad, tristemente, también -si queremos mirar al lado- encontraremos "supervivientes" anónimos que aunque superen los tres meses de esfuerzo y dedicación no son entrevistados, entre el glamour y el exceso, por ese "gurú" de la mala educación, de la desinformación, de la mediocridad y de la ignorancia que se muestra en la figura de Jorge Javier Vázquez, Que fácil resulta convertir en héroes a personajes que no tienen más mérito que vender su imagen para ser resplandor del engaño mediático que trastoca valores y nos hace olvidar lo más elemental y lo primordial.
Del segundo titular, el que se refiere al adelanto electoral, intenté, primeramente, ser medianamente optimista con la equidad de los medios. Prometo que pensé que iban a reflexionar sobre la necesidad de ajustar políticas que se acerquen a la realidad de los ciudadanos; tenía la confianza que algún editorial se ocupara de hablar, de ponerle voz, a aquellos miles y miles de personas que no nos sentimos representados con las muestras actuales de nuestros dirigentes y que desgraciadamente, precisamente por nuestra condición de inconformistas, carecemos de la oportunidad de expresar nuestra opinión pues los medios -todos ellos- sirven y se sirven del poder establecido (esto es, de los que gobiernan o están en disposición de gobernar); incluso tenía la seguridad que incidirían en la necesidad del trabajo conjunto para salir, con el esfuerzo de todos, de este infierno en el que estamos sumergidos... Pero no,,, no hubo lugar al sentido común. Titulares, páginas, editoriales, comentarios y sesudos analistas (los mismos analistas que no vieron llegar la crisis, los mismos que siempre tienen un segundo análisis por si las cosas salen al revés) dedicaron todo su tiempo a criticar al partido que gobierna o a la oposición; pusieron el acento en las encuestas del CIS y a quien beneficia políticamente el adelanto electoral, y enterraron a determinadas figuras mientras resucitaban a otras... Pero ni una sola línea para lo verdaderamente importante; para los ciudadanos, para sus inquietudes, para sus graves necesidades,. para sus angustias, para aquellos que están ahogados por las deudas, para los muchos que nos cuesta Dios y ayuda llegar a final de mes, para los que no tienen futuro, para los que han perdido incluso el pasado...
Por ser medianamente justos, hasta en el límite de la esperanza por la justa reflexión, hasta esperaba que alguien, quien fuera, comentara la curiosa coincidencia de la cita electoral con una fecha tan emblemática en nuestra historia más reciente... pero, hasta la historia más próxima la estamos olvidando demasiado aceleradamente...
El concepto de la gravedad, de la relevancia, y de la importancia de las cosas y los temas es variable... pero yo me quedo con Somalia antes que con Supervivientes y me quedo también con la angustia de los ciudadanos y la necesidad de una respuesta conjunta de la sociedad para salir de esta crisis que con el adelanto electoral...
Otros, los medios y los que creen ellos como un dogma de fe (¡que peligrosa religión!), prefieren el espectáculo y los focos inmediatos... ¡Que país!