Y LOS MALOS SIEMPRE GANAN
A mi, el cuento me lo enseñaron de otra forma. El final era feliz; la alegría llegaba en la última página, y el bueno... acababa ganando...
Así me ensañaron la historia. Y así me enseñó mi madre los valores esenciales de una persona y los pilares básicos sobre los que se sustentaba una sociedad; que los buenos siempre acababan ganando...
Pero creo que me engañaron... creo que tan sólo me enseñaron fábulas inocentes para que, al menos en la infancia, me acercara a algo parecido a la felicidad. O acaso simplemente, en su deseo de que todo lo conociera, me dibujó aquel mundo de "mentiras felices y de heroes bondadosos" para que aprendiera que la virtud, la pureza, la inocencia y la generosidad son posibles... aunque no sean conceptos reales...
Y poco a poco fuimos creciendo y descubriendo, especialmente en los últimos tiempos, que los buenos suelen caer derrotados.
Derrotada fue la esperanza en una sociedad igualitaria y justa, en un estado de bienestar general, donde los que tienen menos recursos pudieran compartir oportunidades y servicios con los más poderosos... Eso no podía permitirse, y el capitalismo más brutal y trasnochado se empeñó -inventando una crisis que sólo sufren los más pobres- en cambiar el horizonte; ¿como va a ser posible que todo el mundo tenga un techo? ¿como va a ser posible que todos tengan derecho a la educación? ¿como va a permitirse que el acceso a la sanidad sea universal?
Y la respuesta colectiva, anónima y espontánea, que surgió para contestar aquel enemigo que traía la noche, volvió a enarbolar la bandera de la esperanza, Algunos se empeñaron en ponerle nombre (el 15-M; los Indignados...), pero muchos sabíamos que la necesidad de poner etiquetas no era más que un recurso de intereses ocultos y extraños que acabaron por descabezar la inocencia y la frescura de aquella nueva esperanza... Y de nuevo volvió a ser derrotada la ilusión... o escondida bajo voces apagadas y obligadas a callar...
Y junto a todo esto, cientos y cientos de medidas, de actitudes, de comportamientos que-impuestos por eso que llaman "los mercados", o la "troika", o el "interés europeo"... y que, en realidad, no son más que "los malos" de nuestros cuentos infantiles- siguen ahogando y estrangulando día a día a los más débiles, a los que conforman el conjunto general de la sociedad...
Y acaso, en la sinrazón sin límites, ahora sólo queda comenzar a tapar bocas... La más reciente; la boca tapada en los Juzgados. No es que el Juez Garzón sea santo de mi devoción; ni un heroe de mis sueños; ni tan siquiera un ejemplo de comportamiento... pero políticos corruptos, banqueros sin escrúpulos, mafiosos y delincuentes (que no son sinónimos de los anteriores) pasean por nuestros calles ante la incredulidad general despues de protagonizar hechos escandalosos y terribles y, en cambio, este hombre merece la inhabilitación de su cargo por investigar (aunque fuera de forma inadecuada) las patrañas y mentiras de los primeros... Definitivamente derrotada está la esperanza en que esto pueda cambiar...
Está claro que al final siempre ganan los malos. Habrá que comenzar a cambiar los cuentos.
Comparto con carácter general tus comentarios. No obstante, quiero dejar patente mi desacuerdo con el cometario de la sentencia de Garzón. Más allá de que compartamos que el Juez Garzón haya impulsado determinados procedimientos contra ETA o el narcotráfico, resulta imprescindible precisar cuál fue el procedimiento por el que resultó condenado. Se trata de la autorización general para proceder a escuchas indiscriminadas abogado-recluso. Y más allá de la disquisición teórica de la aplicación de la LOGP o LECrim, y si la misma es de aplicación con carácter exclusivo a etarras, el auténtico motivo de condena -incluso admitiendo que podría aplicarse a supuestos de no terroristas- es autorizar grabaciones a personas -abogados defensores- sobre los que no existe indicio alguno de su participación en la comisión de delitos. No olvidemos que autorizó escuchas a abogados que ni siquiera se habían personado.
ResponderEliminarEn fin, lo dicho no excluye que comparta el comentario, y con más motivo, en el día de hoy, cuando se publicó que el TS archivó la causa contra el mismo Garzón por cohecho -vamos, que se llevó dinerito fresco de B. Santander- fundado en la prescripción del delito.
Saludos, y sigue en esta lucha para comenza a cambiar los cuentos....