NECESIDAD DE PALABRAS

 Caminas conmigo, aunque no haces ruido. Siempre has tenido esa virtud. Pasar como desapercibido pero estar a la vez en todos los lados.

 El aire es espeso, parece que cuesta respirar. Te digo que no te alejes,el sendero está oscuro y puedo perderte. Tú me respondes con una sonrisa y sigues saltando sobre los adoquines labrados que marcan el camino... y yo te sigo hablando, sin pausa, pero parece que percibo que no me escuchas.

Te cuento que la casa está fría sin tus pasos, que tu hermana dejó de preguntar por ti en voz alta, aunque sé que lo sigue haciendo en silencio. Te digo que deberías abrigarte mejor, que el viento corta como un cuchillo.

El cielo pesa. Los árboles crujen como si fueran a quebrarse de un momento a otro. Yo sigo mirándote de reojo, temiendo que desaparezcas si dejo de hablar.

Llegamos. El suelo está húmedo, la tierra hundida, y un denso y pesado silencio me obliga a dejar de hablarte. 

Me agacho, aparto unas hojas marchitas y limpio con la mano tu nombre inscrito en la fría lápida..

Te acomodo las flores, hijo mío. Por favor, no tardes en contestarme.