DESILUSIÓN

 

Había pensado en muchas ocasiones cuanto me habría de echar de menos. Soñé que me desearía sin límites. Que pintaría mi figura y mi nombre en mil papeles. Que abrazaría mi presencia con la fuerza de un tornado. Que escribiría  miles de sensaciones donde yo sería su referente. Que regalaría sonrisas y nostalgias.

Lo había pensado en tantas y en tantas ocasiones

Pero aquella aerolínea de bajo coste no fue una buena elección para mi regreso. Tardé casi ocho días en regresar del centro de Europa.

Por eso cuando encontré su mueca deforme, su boca abierta y aquel horrible olor fétido, entendí que nada era como yo había pensado y deseado.

Aunque reconozco que no toda la culpa era suya. Era difícil esperarme, atada y amordazada, en el sótano de casa y recibirme con una gran sonrisa.

Comentarios

Entradas populares