SU NOMBRE

SU NOMBRE

Había decidido dejar de decirle nada a su madre.

Ella, al principio, no le dio importancia. Luego le insistió y reiteró con mucha paciencia que los juguetes no pueden moverse. Finalmente, un día, muy enojada, su madre le retiró todos los muñecos y los encerró en el interior del armario.

Ella no quería volver a ver a su madre tan molesta.

Por eso, aquella noche, cuando la puerta del armario de abrió decidió cerrar los ojos y no escuchar como repetían su nombre.

 

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