DERECHO A LA VIVIENDA
Una vida entera entre estas paredes. Aquí nacieron nuestras ilusiones. Aquí nos emocionamos e hicimos sonreír y llorar a otros. Toda una vida.
Para que venga ahora ese fondo buitre a hacerse con el palacete que, cierto es que está en ruinas, pero aun nos sigue cobijando.
Y no parece que le tengan ningún respeto al pasado, a la historia, a los años vividos.
Pues no va a quedar la cosa así. Hoy he tenido que encargarme de la aparejadora y del obrero que vinieron a tomar medidas de la propiedad. Tras la segunda aparición súbita, uno se precipitó por la ventana del segundo piso y la otra cayó por la desvencijada escalera fracturándose el cráneo.
Que tomen nota. Los espíritus también tenemos derecho a nuestra residencia. Y llevamos aquí cientos de años.
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