UN AMIGO IMAGINARIO

Quizás debiera echarme un amigo imaginario. de esos que ocupan tu espacio, con los que hablas y que los demás aceptan sabedores de tu necesidad por encontrar en el vacío inexistente una razón para tu tranquilidad y sosiego.

Quizás debiera... pues ayer me pareció que Raúl definitivamente se marchaba. Todas las noches, desde hace muchos años, compartimos las charlas nocturnas, hablamos y hablamos e incluso discutimos. es cierto que la discusión de ayer fue algo fuerte, incluso nos amenazamos con abandonarnos, con hacernos daño... pero siempre son tonterías. 

Lo que más me ha llamado la atención ha sido que hoy, al despertar, Raúl no me saludó. Ni tan siquiera me ha dirigido la palabra. Ni una mueca ni una pequeña sonrisa. Seguía en la misma postura en la que ayer me arrojó su indiferencia... tan sólo algo más frío y con el cuerpo cubierto de sangre y ese cuchillo clavado en la espalda. También es verdad que a Raúl siempre le ha gustado mucho el dramatismo.

Quizás debiera echarme un amigo imaginario pues creo que a Raúl nadie lo va a volver hacer entrar en razón.

Comentarios

Entradas populares