EDUCACIÓN Y SENSIBILIDAD
Algunos son muy maleducados. Ya se ve en esas oscuras reuniones nocturnas en las que el Jefe nos junta para darnos instrucciones y consejos que permitan que realicemos nuestra labor con mayor perfección y eficacia. Algunos ni tan siquiera dan las "Buenas Noches"; muchos escupen al suelo sin ningún rubor y hasta hay alguno que siempre va con el mondadientes entre los labios como si no supiera que existe un instrumento muy resolutivo para la higiene de la dentadura que se llama hilo dental...
Y lo peor es que cuando nos reparten la tarea a la inmensa mayoría de ellos se les nota el odio en la cara e incluso sonríen, como satisfechos y contentos, pensando en cuándo y cómo va a suceder todo.
Yo nunca podré ser como ellos. Les falta educación y sensibilidad.
Yo observo la fotografía que me han entregado. Compruebo todos los datos e inmediatamente rezo tres avemarías por esa persona.
Hay que tener un poco de humanidad y empatía; incluso, después de descerrajarle tres tiros limpios en el cráneo, no dudo siempre en cerrarle los ojos y acercarme después hasta una iglesia para encender una vela por su alma. Educación y sensibilidad ante todo.
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