MEDIA NARANJA
Siempre ha sabido lo que me gusta. Se anticipa a mis deseos. Desde luego parecía hecho para ser mi pareja eterna.
Desde que lo conozco nunca ha dejado de sorprenderme. De enamorarme con su intencionada planificación de todo. Todo organizado para mi satisfacción
Que le contaba que me gustaban los deportes de riesgo... ese fin de semana ya tenía el curso del Túnel del viento, la sesión de Barranquismo o un día de Puenting.
Que me notaba estresada e inquieta. Nada había que decirle. El Spa, el Talaso de total descanso, el masaje de vino y barro o coreano a cuatro manos eran una realidad inmediata.
Que le hablaba de lo que me estimulaban los animales. Al día siguiente tenía programada una experiencia para una imersión con tiburones, para nadar entre delfines o para un paseo en caballo.
Hace un mes le comenté que me estaba interesando mucho en las experiencias esotéricas. A la semana siguiente me envió la inscripción en un curso de quiromancia y en otro de lectura de mentes.
Hace unos días he empezado el último.Me está apasionando. Y creo que estoy siendo una alumna aventajada, aunque él se ríe de estas cosas. Pero todo lo hace por mi... soy su media naranja.
Pero hoy cuando me ha venido a buscar al trabajo no me ha gustado nada. Lo he observado fijamente mientras cruzaba la calle con un ramo de flores y mientras me mandaba un beso con la mano.
Pongo en práctica todo lo aprendido en el curso... observar directamente en su mente la esencia del amor.
Yo pensé que solo tenía ojos para mi... pero en su cabeza he descubierto que estaba, completamente desnuda, mi mejor amiga.
Y el sonreía.
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