ESTRELLA MICHELIN

 

ESTRELLA MICHELIN

Allí estaba a las puertas del restaurante “Nueva Experiencia”. El lugar de moda de A Coruña. El sitio al que todos querían acudir. En el que había que hacer reserva con meses de antelación y que había surgido de la noche a la mañana. Era un increíble misterio y un hecho espectacular. Por primera vez en la historia un restaurante de apenas un año y medio de vida, dirigido por un cocinero con escasa experiencia y que venía de años de trabajo en un matadero optaba a un gran galardón.

Pero la grandeza de la vida es esa. Que a veces, en ocasiones, hay oportunidades para la esperanza. Y de pronto, hoy mismo, se fallaban los galardones Michelín y “Nueva Experiencia” era uno de los favoritos. Su secreto: solo ofrecía carne, sólo carne, de forma muy singular, con un sabor y una textura especial, como nunca antes se había probado. Sólo carne.

Ella estaba allí para ser testigo de la magia. Enviada por la televisión de mayor audiencia allí estaba para certificar si era alcanzable el sueño de lo imposible. Para dar testimonio del momento.

Y llegó la noticia. Tras varios galardones otorgados a otros restaurantes, se reconoce el premio a “Nueva Experiencia”. Todos saltan felices en el local. Hay un alegría desbordada. Una alegría inmensa, casi una locura, entre los que allí trabajan, los clientes habituales, amigos. Sólo mantiene la calma el cocinero y dueño; David Dobia.

Supongo que su origen humilde, el venir del mundo de la chacinería y el despiece y llegar, casi de puntillas, al “glamour” de la alta cocina, le obliga a mantener la calma.

Le entrevisto. Es una charla singular y noto en el una sonrisa muy atrayente. Tan atrayente que al acabar la charla y cuando me invita a conocer sus cámaras frigoríficas me parece una sugerente idea para conocer a a fondo una personalidad que me atrae profundamente.

Nos desplazamos en coche hasta su casa en las afueras de la ciudad. Muy cerca de Paiosaco, una pequeña aldea cercana. Y allí estoy ahora, observando la grandeza de este hombre que, me tiene atada a una mesa, y que está dispuesta a convertirme en una parte de su gran secreto.

PD: Costó despedazarla… Es cierto que las chicas jóvenes tienen una vitalidad especial y hace que su carne sea algo más dura. Tendrá que pasar algo más de tiempo en la cámara para que ablande y se pueda hacer un buen plato con ella. Pero, por el color rosado que posee, creo que dará lugar a unos guisos singulares y estupendos. Acaso… el próximo año tengamos una segunda “Estrella”.

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