TODO PROGRAMADO

Todo diseñado desde el cálculo perfecto y la debida estructura. Siempre fuiste muy buena en eso. Programadora eficaz. Eras capaz de diseñar todo el enfoque virtual del sistema y atender cualquier variable.

En el trabajo y en tus relaciones.

Por eso, aunque yo no era el perfil más idóneo aparentemente, enseguida comprendiste que era lo más adecuado para tu vida.

Un buen padre, un hombre de familia, una persona hogareña, un respetado trabajador, un compendio de principios morales y... un amante mediocre, sin demasiadas exigencias ni demandas. El marido ideal.

Y tu seguirías viviendo esa doble vida virtual que tanto adorabas. Una excelente programadora.

Pero no habías valorado que comprar un dúplex en una azotea en Madrid es una soberbia tentación para un buen marido, lleno de principios, que se ha cansado de ser siempre el perdedor. 

Ahora si que me hace gracia verte volar.