MIL VIDAS

Descendí el Amazonas en la búsqueda de un lugar extraordinario del que hablaban las viejas leyendas. He surcado el Pacífico y he visto anocheceres en la Polinesia imaginándome eterno. Me he enamorado en Viena, escuchando "la Boheme" y enjuagándome las lágrimas más sentidas. He cabalgado en el Gran Cañón, he sentido la pasión plena en Florencia, y -devotamente- me he entregado a la meditación en Kamakura.

Y justo cuando pensaba que esta vida sería la última, me despierto en este camposanto de Albacete... con la certeza  de que la próxima etapa ya está esperando, paciente, en la oscuridad de esta caja de madera. Toca reinventarme y adaptarme al ajo mataero, a las migas y al pisto y al queso manchego... Todo sea por vivir una nueva vida.

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