PABLO

 Desde el 90... como dos imanes del mismo polo: siempre empujándonos desde lejos, pero sin poder separarse del todo. Compartimos por primera vez un periódico y más tarde un vino, y después la opinión sobre tantas cosas en las que pensábamos igual a pesar de nuestras múltiples diferencias… lo cual era  y es, curiosamente, lo que más nos saca de quicio.

Tu siempre has sido tajante, directo, algo cínico. Yo mucho más mediador, más disperso,  más sarcástico, y, en ocasiones, con una mano izquierda que te irrita. Los caminos de la vida han diseñado espacios diferentes pero nunca hemos tenido dificultad para encontrar atajos que vinculan lo esencial de la existencia y la necesidad de encontrarnos.

El mundo ha cambiado: vinilos, MP3, redes sociales, inteligencia artificial, Papas y más Papas, pandemias, guerras y apagones… y creo que nosotros seguimos igual. Seguimos odiando y necesitando las mismas cosas de siempre. Y hechos a la realidad y certeros con la esencia de la verdad, pues no es de tu agrado pronunciarlo, también queriéndonos a nuestra manera aunque nos cueste un mundo mostrarlo.  

Es igual que nos veamos o no... la existencia no se escribe por los momentos vividos sino por los sentimientos despertados...

Y en eso... en eso... nadie nos gana... aunque ahora nos duela o nos cueste decirlo. 

Aunque ahora nos duela hasta el alma solo el pensar que nos queremos.  Aunque ahora, en ocasiones, me haga tanto daño recordar lo que fuimos y lo que somos...