EL REGALO PERFECTO

 Me lo había dicho miles de veces. Repetido y repetido hasta la saciedad. Jurado, deseado, prometido. Y tanto va el cántaro a la fuente...

Qué mejor regalo de aniversario. Llevábamos ya cinco años juntos. Desde que nos conocimos lo nuestro fue una entrega absoluta. El uno para el otro. Y ella no dejaba de repetírmelo. Por eso en ese crucero por Indonesia, entre las más de 15.000 islas que conforman aquel increíble archipiélago, me pareció el regalo más perfecto que le podía hacer.

Y ahora, sobre la arena de aquel islote perdido en el Océano, no puedo entender ese brusco cambio de opinión. Enfadada, gritándome, insultándome, arrojándome las caracolas y conchas que encuentra sobre el inmenso arenal desierto.

¿Pero ella no quería una isla para ella y para mí solos?

No hay quien entienda a las mujeres. Deberé esperar a que se tranquilice.