SUSCEPTIBLE
Ha sido todo muy acelerado o al menos así lo pienso yo. Primero fueron aquellos primitivos prototipos de última generación que ayudaban en las tareas domésticas y en las cuestiones más problemáticas en fábricas y talleres. Después vino la Inteligencia Artificial y facilitó nuestra creación documental y expositiva.
Sin apenas tiempo para digerir tanto avance, surgieron los "generadores de voluntades", unos pequeños dispositivos casi invisibles que se pueden instalar en el cerebro y facilitan y agilizan la toma decisiones en milésimas de segundos, optando siempre por aquella opción que produce mayor rentabilidad económica o de confort.
Es por ello que resulta lógico que hayan abolido los principios morales, ya no tiene sentido que se legisle para garantizar nada cuando todo está programado para la eficacia.
Vivimos en un mundo tan extraordinariamente tecnológico que el ser humano puede dedicarse exclusivamente al ocio. Supongo que eso era lo que deseábamos. Pero hoy me he alertado un poco cuando al salir de mi casa camino del Spa (pues ya nadie trabaja) he visto la última versión de androide que llevaba de la correa a un niño pequeño a cuatro patas. Eso si... fue muy higiénico en la recogida de los excrementos.
¿Me estaré volviendo muy susceptible?
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