FILTROS

 Había determinado en aquella página de citas los filtros necesarios para que todo saliese bien, que por fin coincidiese mi Romeo con mis preferencias, señalando de este modo aspectos que yo consideraba esenciales y que me evitarían los "desastres" de ocasiones anteriores. 

Fijé la edad, la ubicación, los hobbies, que estuviese muy clara la orientación sexual e incluso añadí algún filtro avanzado referido al nivel educativo, al concepto religioso o moral y la necesidad de ser algo clásico... que como decía mi madre, siempre había que buscar un hombre parecido a los de antes.

Y la verdad es que Jorge, en principio, no me defraudó en nada. Apuesto, limpio, bien vestido, caballero, sutil y elegante,  culto y formado, y además con un Pontiac Firebird que era una preciosidad. Aquel coche deportivo de finales de los 60, de capó largo de un intenso rojo cereza, faros ocultos y líneas atrevidas, era una auténntica tentación. El sonido robusto de los motores V8 subieron mi adrenalina hasta un punto extraordinario. Y yo tengo que reconocer que mi líbido se dispara en un vehículo... supongo que herencia de aquellos primeros escarceos amorosos de la juventud.

Cuando llegamos a la cima del monte San Pedro para contemplar la puesta de sol ya era incapaz de frenarme. No medié palabra y me lancé sobre él obviando las reglas más básicas de la primera cita. Fue pasional, intenso, lascivo, atrevido, subyugante,libidinoso... lujuria en estado puro.

Desde hace tres días no paro de recibir llamadas de Jorge pero no las contesto. Aun no me he recobrado de la intensidad de aquella velada. Pero sobre todo, no me he recuperado de los dolores de espalda para ajustarme a las escasas proporciones del habitáculo interior del vehículo, a los golpes que me di en la cabeza cuando agitada me monté sobre mi amante, al freno de mano que se me clavó en la cadera y a la alergia de los sillones de skay que se pegaron a mis nalgas sudorosas y ardientes.

He vuelto a crear un nuevo perfil y establecer otro filtro; los interesados deberán poseer furgoneta amplia o roulotte... que ya no tenemos el cuerpo para tantas contorsiones.