RECOBRANDO LA MEMORIA
Desde que nació María parece que mi suegra ha revivido. Estábamos todos muy preocupados. Sumergida en su enfermedad, había casi olvidado incluso el nombre de sus hijos, necesitaba ayuda para realizar las labores más básicas personales e incluso había dejado de comer.
Pero la llegada del bebé ha supuesto un cambio radical. Al principio nos daba miedo que cogiese a la niña pero hemos observado que se transforma a su lado.
Es como si,de pronto, hubiese ganado 20 años de vida. No se separa de la cuna y le cuenta historias durante todo el día. Yo la escucho a su lado, mientras ella le sonríe y le habla como si nadie más estuviese en la estancia.
Ahora lo único que me preocupa es como contarle a su hijo que su madre tuvo varios amantes y que no sabe con certeza la paternidad de los chicos.
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