GÉNEROS LITERARIOS
Fue en ese momento cuando me convertí en poeta. Estudiaba en el Conservatorio y los ritmos se marcaban para definir la esencia. Y empezaron a surgir sonetos y endecasílabos al tiempo que las metáforas y las hipérboles se engarzaban de forma artística alimentando en mí una pasión decisiva hacia el verso.
Es cierto que la pasión por el romance duró poco. La inquietud de mi carácter, mi extraño comportamiento, mi pensamiento desadaptativo y mi depresión crónica me ha llevado hacia la novela fantástica y distópica imaginando sociedades futuras con terrible seres que condición la alienación humana.
La terapia psicológica, a la que acudo martes y jueves, comienza a reconducir mi afán literario. Las bellezas de la terapeuta, su elegancia, su estilo, y esa sonrisa profunda que parece llenarte de ínfulas, me hizo transitar hacia la novela romántica.
Pero Alba, la terapeuta, ha pedido una excedencia y ha sido sustituida por Andrés quien, a pesar del interés que pone, no me agrada en demasía por lo que en muchas ocasiones no acudo a la consulta y le traslado mis sensaciones por correo. La verdad es que no me está ayudando mucho en mis episodios psicóticos pero el menos debo reconocerle el mérito de que me haya hecho transitar a la novela epistolar.
Hoy he descubierto al nuevo vecino. Además de descortés, impertinente, maleducado y grosero, hace fiestas ruidosas en el piso y tiene dos mascotas. Y eso que sabe que tengo fobia a los animales.
Por la tarde tenía pensando visitar la nueva exposición del Museo para relajarme y rebajar la tensión que se me acumula. Pero al final me he decidido por visitar la ferretería y comprar un buen juego de cuchillos de cocina. Mientras los depositaba en la encimera de casa pensé que debía pasarme ya a la novela negra.
Por la noche, mientras espero que regrese el vecino del trabajo, comenzaré a pensar en el argumento de mi nuevo libro.
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